Era el cumpleaños de la piratilla, así que había que intentar cumplir sus deseos. Y, este año, pidió una cosa: fiesta de pijamas. Y la tripulación, que las misiones se las toma muy en serio, se puso manos a la obra para organizarla: Invitaciones, cosméticos (la piratilla se nos hace mayor, así son las cosas...), útiles de aseo, todo ello personalizado para la ocasión. Dulces y comida al gusto de las corsarias y... Al abordaje!!!
Hasta hubo que hacer ciertos retoques en el camarote de la Capitana y cedérselo a la piratilla y a su tropa... Cualquiera se enfrenta a ellas!!!
Y por la mañana, el desayuno que las jovencitas quisieron. Nada de frutas ni tostadas, no; todo muy dulce y energético! un chocolate con unas galletas o cupcake y un zumito. Y después momento baño spa relajante!
Lo importante, se lo pasaron muy bien. Al marchar ya estaban pensando en la próxima fiesta.....
Un beso,
Una Princesa Pirata